Probamos la última actualización de la firma nipona en materia de calzado de alta gama para Cross Country de competición, las Shimano S-Phyre XC902, usadas en la Copa del Mundo por David Valero o Van der Poel, entre otros.

Presentadas hace poco más de un año, las zapatillas Shimano S-Phyre XC902 son la cúspide en el catálogo de la firma en su división de Cross Country. Sustituyen a las anteriores (y exitosas) Shimano S-Phyre XC901 y cuentan con el aval de la máxima competición. Antes de ser presentadas públicamente, Mathieu Van der Poel las usó en la Copa del Mundo y este año se las hemos podido ver a grandes figuras del Cross Country internacional, como el propio David Valero y el resto del equipo BH Templo Cafés.

A pesar de las similitudes estéticas con la anterior generación y con toda la gama S-Phyre, las nuevas Shimano S-Phyre XC902 han dado un importante salto evolutivo con cambios notables que repercuten en su rendimiento.

Quizá el más notorio de todos esté en la suela. Shimano ha dejado atrás su alianza con Michelín a la hora de confeccionar las suelas de su calzado, para optar por una suela de elaboración propia. La entresuela es de fibra de carbono-composite, quedando a la vista únicamente en la placa central para colocar las calas (SPD, por supuesto).

El resto de la estructura está reforzada con una goma Ultread donde se aprecian unos tacos sobredimensionados en el frontal y el tacón que recuerdan al dibujo de un neumático de bicicleta. Los tacos delanteros además presentan una orientación atrasada, lo que genera un efecto ‘garra’ que mejora el agarre cuando toca poner pie a tierra.

En marcha, la durabilidad de los tacos ha sido sobresaliente y eso que los hemos puesto a prueba hasta el exceso. La presencia de goma en toda la suela amortigua la pisada y concede un grip propio de calzado de trail. Para un mayor agarre, podemos atornillar tacos metálicos en la parte frontal incluidos de serie. La goma Ultread también se extiende en el canal central, la zona del arco del pie. Cabe destacar que aquí se estrecha bastante dejando muy expuesto el tejido exterior de la zapatilla. En nuestros test hemos llegado a dañar esta zona y hubiéramos preferido contar con un refuerzo más ancho, aunque recordemos que estamos hablando de calzado de competición y no diseñado para caminar.

La suma de todos los elementos confiere un tacto muy rígido de la suela, ostentando un índice de rigidez de 11, el más alto dado por Shimano a un modelo de Mountain Bike. Esta rigidez se hace palpable en cada pedalada, concediendo una transferencia inmediata de la energía procedente de las piernas. Sin embargo, lo que más nos ha gustado es que se trata de una rigidez equilibrada, es decir, carece de la sensación de pedalear sobre una placa rígida, una propiedad común en este tipo de calzado que además suele provocar dolores en la planta del pie tras acumular kilómetros.

En este caso es un tacto rígido pero ligeramente amortiguado, una sensación agradable que nos invita a imprimir fuerza constantemente sin temor al paso de las horas.

En el tejido exterior también encontramos cambios significativos en estas Shimano S-Phyre XC902. Están elaboradas a partir de piel sintética de microfibra con refuerzo de malla. Cuenta con perforaciones de ventilación en la punta y el empeine, aunque no en los laterales, algo a tener en cuenta durante los días más calurosos del año.

Un punto a su favor es el sistema de ajuste. Recurre a dos diales BOA Li2 de perfil bajo para un ajuste micrométrico perfecto, con un tacto agradable que nos ha permitido realizar ajustes precisos incluso durante la marcha. Las guías Powerzone se han colocado estratégicamente para un mejor ajuste y además no han sufrido desperfecto alguno durante todos estos meses de test.

Pero lo mejor es el diseño de empeine envolvente, que consigue ‘abrazar’ el pie de un modo uniforme, sin crear puntos de presión específicos ni pliegues en el tejido. Además, es un buen recurso para facilitar la limpieza de la zapatilla, algo que hemos agradecido teniendo en cuenta el color blanco de nuestro par de test.

Para un uso agresivo y aumentar la durabilidad de las Shimano S-Phyre XC902, cuentan con dos refuerzos plásticos extremadamente rígidos tanto en el talón como en la punta. El del talón es de amplias dimensiones y colabora en mantener la estabilidad del pie. En el frontal su tamaño es menor y, en un primer vistazo pensábamos que sería insuficiente, pero ha resultado ser tremendamente eficaz incluso ante impactos considerables.

Cabe destacar que, aunque la hora estándar (o Dynalast) que hemos probado no resulta especialmente estrecha, Shimano propone una alternativa de horma más ancha para quienes lo necesiten, un punto a favor. Con todo ello, llegamos al dato más importante. La cifra de peso que ha logrado la marca nipona con las Shimano S-Phyre XC902 es extraordinaria, rebajando ligeramente los 300 gramos de peso (296 g en talla 42). Y eso teniendo en cuenta que no han apostado por el minimalismo o eliminar refuerzos o grosor en el tejido.

En conclusión, encontramos las Shimano S-Phyre XC902 como una de las mejores opciones que existen en el mercado actualmente para aquellos ciclistas que quieran tener sensaciones de competición en cada pedalada, pero sin renunciar a un punto de comodidad y durabilidad. Su precio es elevado (369,99 €), pero se dirigen a los bikers más exigentes, ya sea en MTB o gravel, y cuentan con una potente carga tecnológica que se despliega desde la primera toma de contacto.

Además del color blanco que hemos probado, las Shimano S-Phyre XC902 están disponibles en color negro y en el característico azul metálico de Shimano. En cuanto al rango de tallas, se ofrecen desde el número 36 al 48 en ambas hormas, con medias tallas entre el número 39 y 47.

Puedes ampliar la información de estas zapatillas y localizar un punto de venta en la web oficial de Shimano España.

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