Después de contarlos cuáles son los peores sartenes que podemos tener en la cocina, queremos contarles cuáles son los mejores sartenes para cocinar y que además, te van a durar toda la vida.
Si pensabas que los mejores sartenes que podrías tener en la cocina son de teflón, es un error. Recordemos que el teflón llegó al mundo de la cocina en 1956 después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Marc Gregoire pudo unir el politetrafluoroetileno al aluminio y así lograr por primera vez en la historia, un sartén antiadherente. Desde entonces, el uso de sartenes con teflón se popularizaron mucho en los hogares ya que hizo más práctico el cocinar, y sobretodo al momento de lavarlos.
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En las cocinas profesionales, los sartenes con teflón no existen, o son muy escasos. Los chefs prefieren usar los sartenes de acero inoxidable para todo: ya sea para huevos estrellados, sellar una carne roja y despúes hornearla, o bien, tatemas chiles para una salsa. Las ventajas de un sartén de acero inoxidable es que al lavarlo no se raya, se pueden meter al horno, a la lavavajillas, es de uso rudo, lo que garantiza que de verdad te va a durar toda la vida y son más económicos que aquellos que tienen teflón.
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Para que la comida no se adhiera, hay que darle un tratamiento, el cual debes repetir en contadas ocasiones. Lo primero es calentar el sartén de acero inoxidable a fuego alto. Cuando la sartén esté muy caliente, se agregan dos cucharadas de aceite vegetal de girasol o de maíz. Esto hasta que empiece el punto de humo, que es cuando el aceite se deteriora y crea una capa antiadherente.
Cuando esté humeando, se retira del fuego y con mucho cuidado, se mueve el sartén desde la manga para que los bordes se cubran con este aceite. Se deja enfriar el sartén, se reira el aceite (consérvalo en un frasco de vidrio, no tires el aceite por el fregadero o en la basura). Con estos sencillos pasos el sartén ya está listo para usarse. Es ideal para los huevos estrellados.
El sartén de hierro fundido es otra opción buena para cocinar cualquier cosa. Seguro tu mamá tiene en su cocina el sartén de tu abuela, duran tanto que resultan ser una gran herencia. Lo primero es enjabonar todo el sartén, después enjuagar con agua tibia, tallar ligeramente con una fibra verde. Secar la sartén y dejar en el fuego hasta que seque por completo. Cuando esté seco, cubrirlo con aceite de linaza por dentro y por fuera. Después retirar el aceite con papel absorbente y hornear durante una hora a 200°C. El sartén hay que dejarlo enfriar dentro del horno.
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Foto: Joshua Van Hierden / Pixabay
Recuerda que esta capa de aceite que dejamos en estos sartenes actuará como un teflón natural, así que no los laves con frecuencia. Basta con retirar con un papel absorbente. O bien, rocía sal y retira lso restos con una esponja suave y agua. Regresa al fuego para añadir un poco de aceite el cual debe calentarse hasta llegar a un punto de humo y dejar enfriar ahí mismo.
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