La Alphafly fue la gran esperada tras la revolución de la Vaporfly en maratón estos años. Kipchoge volaba con ella en Viena para bajar de las dos horas en los 42 kilómetros del parque Prater y el día de su puesta a la venta se agotó, como se esperaba. Pero después algo pasaba, porque los atletas no la sustituyeron masivamente por la Vaporfly Next% y sus ventas tampoco reflejaban el efecto que había tenido en el running la zapatilla con placa de fibra de carbono de Nike.

El porqué residía en que la gente, quizás, esperaba que te hiciera volar más, tampoco ayudaba el precio y el drop de 4 mm que no se adaptaba bien a todos los corredores ni a todos los tipos de pisada, y, además, resultaba inestable para las pisadas no neutras y en curvas. También es que la Alphafly Next% es una zapatilla totalmente orientada al maratón porque tiene más amortiguación que las Vaporflly, pero se siente menos radical y los corredores siempre queremos correr más rápido.

Nike no se quedó al margen de estos comentarios y esa ha sido la base de mejora de la Alphafly Next% 2. Cuando me puse en casa en un pie la primera versión y en el otro el prototipo que me envió Nike, me quedó clarísimo, sin haber corrido en ese momento con ella, que se habían cambiado muchas cosas.

Una vez probada en entrenamientos rápidos (pocos) y competición, y tras la entrevista al director de producto Elliott Heath (Nike Running Product Manager), se puede afirmar que la gran mejora de esta zapatilla es la estabilidad. Se siente rápidamente en el talón, bajo el arco del pie y en la transición (movimiento del talón hacia el antepié). A simple vista, con ellas puestas, destaca la anchura de la espuma por el interior con un ‘bloque’ que no tenía antes, y unido al refuerzo del tejido AtomKnit y unas agradables almohadillas internas, esa zona no se mueve nada, recoge mejor los laterales, es más segura y te deja trabajar mucho mejor. A mi, personalmente, la primera versión me dejaba tocado de soleos y tibial posterior en cuanto no era en línea recta lo que hacía con ella, y es que eran mis músculos los que tenían que estabilizar los desequilibrios de esa espuma que te lanza. Eso se ha terminado.

Otro punto importante es el rediseño de su geometría. El cambio de drop a 8 milímetros, la posición de la placa y el arco medio del pie mejoran colocación hacia delante, y eso se traduce en el movimiento. Con el anterior drop de 4 milímetros era el corredor el que tenía que ir haciendo un esfuerzo por pisar bien con a mitad delantera, y eso en un maratón podía ser incompatible con el agotamiento que conlleva esa distancia. He corrido el domingo 12 de junio un 10K con ellas, algo alejado de mi mejor forma, y no he sentido que sea una zapatilla lenta y me ha gustado mucho más la mecánica que he desplegado que con la primera Alphafly.

La espuma Zoom X es una de las más reactivas del mercado, o la más, así como ligera, por lo que este punto es complicado tocarlo hasta que no presenten otro compuesto mejor, así que han puesto un poco más bajo las cámaras de aire Zoom que magnifican el impulso. Elliott Heath me detalló que han puesto un poco más de ZoomX bajo las cápsulas Air Zoom, y “no es que tenga más amortiguación, sino que es una receta distinta, pero es la zapatilla más rápida que hemos creado”.

Con la Aphapfly tengo que reconocer que cuando aprietas con fuerza toda la mitad delantera saltas mucho, y si eso lo sabes trasladar en vez de hacia arriba hacia adelante, el vuelo de carrera es mayor, pero la cosa se complicaba cuando llegabas con velocidad a una curva de 90º porque te ibas hacia fuera y era difícil de controlar. Ahora he realizado entrenamientos en pista, donde doblaba con facilidad el primer modelo hacia el exterior de la curva, y no he tenido ningún problema de estabilidad, ni por el tejido ni por la espuma. Este cambio de paradigma te hace ahorrar tiempo y energía, y en mi caso problemas en los soleos y tibial posterior que arrastraba durante mucho tiempo. Me ha permitido correr a ritmos que no estaba trabajando y que mi cuerpo no ha sido capaz de resistir por esa falta de entrenamiento, pero te lleva.

El último punto controvertido de la primera versión era la suela ondulada. Su goma era poco duradera y resbalaba mucho en suelo mojado. El cambio está en el material, el diseño y en la cantidad. "Integramos un nuevo material en la suela, una goma de mayor durabilidad (lo que nos permite utilizar menos cantidad y hacerla más fina) y con mejor agarre. Esto supone eliminar parte de la goma de la amortiguación ZoomX que se encuentra debajo de las cápsulas de aire, una mejora considerable porque el material del ZoomX tiene una gran performance en términos de energía. El objetivo de este cambio era aumentar la durabilidad, al mismo tiempo que aligerábamos el peso de la zapatilla y mejorábamos el retorno de la energía", nos apuntaba Elliott Heath. Debe de ser más resistente, y habrá que ver qué pasa también en un día de lluvia.

La Alphafly Next% 2 ha dado un salto importante para poder volver a ser una zapatilla referente para correr maratón, el pie apoya mejor en toda la superficie y ayuda más en el movimiento. El ajuste es muy bueno y la horma un poquito más amplia y oprime menos, pero lo que no mejora es la rapidez a la que te la calzas porque el collar del tobillo es bastante cerrado, un problema para los triatletas.  

Eliud Kipchoge decidió correr el Maratón de Tokio a princio del 2022 con el prototipo que ha sido el resultante en el mercado porque realmente le convenció la mejora.

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